Tú, que haces que el mar sangre,
Que llore la lluvia,
Qué se vuelvan opacas las estrellas...
Tu, que construyes castillos fortificados,
de amores efímeros,
disfrazados de para siempres
y de un nunca jamás...
Tu, que crees morir de amor todos los días...
Terminaras postrando(te) ante ángeles caídos,
simplemente porqué un día
ni reconociste el amor
Ni supiste amar
Excelente poesía...me recuerda a la letra de "Sueños rotos" de la Quinta estación..
ResponderEliminarUn saludo
Un honor la comparación, gracias por comentar
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