Le miro a los ojos y entonces una sensación desconocida recorre mi espalda y se que estoy a su merced, por el simple capricho del deseo.
Su polla rozó mis labios, su olor invadió mi deseo y lamí como si no hubiera mañana... su mano en mi cabeza imprimía el ritmo a su antojo... apenas podia respirar y el calor no ayudaba, el pensar que ya habíamos llegado a mi altura, lejos de frenar el deseo lo duplicaba por el riesgo.
- voy a correrme en tu boca -dijo con un gruñido
No intente nada salvo abarcar en mi boca toda su corrida, clavando las uñas en su culo.
Aun me relamia cuando se recompuso la ropa, sacó su móvil y me lo pasó.
-Apunta tu móvil y no te corras, a partir de ahora tus orgasmos son míos.
Que deciros salvo que descubrí que obedecerle me ponía más cachonda qué masturbarme.
Tres días pasaron hasta que recibí:
-en media hora frente a la puerta del ascensor
Estaba tomando un café con amigas a diez min de casa, me despedí con una excusa y en 25 minutos abria el portal y me colocaba donde él habia pedido. No le vi, pero le oí respirar detrás de mí al apretar el botón...
Abrió y me empujó ligeramente, dejando claro que no podia darme la vuelta.
Le vi detras de mi en el espejo, su malévola sonrisa, sus manos subiendo mi jersey de lana, sacando mis tetas por encima del sujetador...la imagen era perturbadora y erotica.
- mirate, pidiéndome que te folle
Y sin poder apartar la mirada me oi susurrar con voz ronca
-follame!!!
No se hizo derrogar, me bajó el pantalón medio muslo junto con mis bragas y agarrándose con fuerza a mis caderas, tiró de mi...
No empujó, me ensarto en él, mientras todo mi ser se retorcía de placer, me corrí antes de que llegara al final, y cuando aún temblaba, y sin apartarse abrió la puerta. Me asusté, entre la neblina aún del orgasmo e intenté frenarlo, cuando vi que no estábamos en mi rellano, ni en el suyo.
Estábamos arriba. Salió a medias, entró hasta el fondo, mi coño palpitó y cuando salió casi lloro.
Hizo que me pusiera de rodillas en un tramo de escaleras y él de pie volvió a penetrarme.
Me follaba como a una perra en el suelo, entraba duro, salía por completo y volvía a entrar... perdí la noción de las veces que ese kbron, hizo que mi cuerpo se extremeciera de placer. Mis muslos chorreando,mi interior sonaba a humedad, me dolían las rodillas y pedía más cuando su cuerpo se tenso, entró hasta el fondo, salió y el calor líquido mojó mi espalda mientras volvía a correrme...
Bajó mi jersey sobre su corrida, se subió el pantalón y sin mediar palabra me abrio la puerta del ascensor.
Apenas podia andar cuando entre en casa, me dolían las rodillas, mi sexo ardía y por encima de todo la certeza que iba a esperar ansiosa el siguiente mensaje de WhatsApp...
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