Silencio que grita tu nombre,
en esta cárcel de ausencia,
entre las hojas de un otoño que no quiere ser primavera sin ti,
entre estas líneas tristes, anegadas en un mar de lágrimas,
donde el tiempo sólo son minutos vacíos de ti
y yo me hundo en el oleaje
Oleaje con sabor a sal
y olor a sueños rotos
Donde el dolor se hace vacío y en ese hueco,
donde un día, antes de que te lo llevaras contigo,
hubo un corazón que latía tu amor...
Que complicado es latir,
en este mundo que creé para nosotros
y en el que tu ya no estás amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario