Lucho por esconder
en cada risa
la tristeza
que inunda
mis madrugadas
cada vez
que no amanezco a tu lado
mi cielo se plaga
de nubes oscuras,
sin ventanas al paraíso,
sin encontrar entre
mis sabanas
la llave
que abre mis deseos
Le miro a los ojos y entonces una sensación desconocida recorre mi espalda y se que estoy a su merced, por el simple capricho del deseo. Su...
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