Lucho por esconder
en cada risa
la tristeza
que inunda
mis madrugadas
cada vez
que no amanezco a tu lado
mi cielo se plaga
de nubes oscuras,
sin ventanas al paraíso,
sin encontrar entre
mis sabanas
la llave
que abre mis deseos
Era tarde, no ibamos a vernos, tenias trabajo, pero llamaste y me diste la dirección de un lujoso hotel del centro. Me esperabas en el hall...
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