Siempre
abrazaba tus ojos
cuando llorabas
y la lluvia
desbordaba por ellos...
aún sabiendo
que yo nunca
contendría
tus tormentas
Era tarde, no ibamos a vernos, tenias trabajo, pero llamaste y me diste la dirección de un lujoso hotel del centro. Me esperabas en el hall...
No hay comentarios:
Publicar un comentario