domingo, 19 de mayo de 2024

La habitación

 Llego a la habitación y sobre la cama esta la ropa que quieres que use. Me doy una ducha y empiezo por las bragas negras, el liguero, sujetador y por último las medias. Me subo a los tacones y leo la nota.

"Te quiero en el centro de la cama a cuatro patas..."

Obedezco excitada y oigo la puerta detrás de mí, se que no puedo mirar, que no debo moverme hasta que tú decidas el siguiente movimiento.

La puerta se cierra, tus pasos rompen el silencio, la cama cruje bajo tu peso, yo sigo inmobil, noto tus manos apenas rozandome para apartar la braga a un lado...

Tu polla en mi entrada, se que vas a penetrarme sin piedad, sin esperar a que esté...a quien quiero engañar, ya estoy chorreando cuando la polla me penetra, lenta, abriéndome, llenandome...

Bufo cuando empiezas a moverte, dentro y fuera, dentro y fuera...

suspiro y gimoteo, completamente entregada al vaivén de tus caderas. Pero en ese instante, tu polla abandona mi sexo, me siento vacía y lloriqueo.

Tus pasos de nuevo, bordeas la cama y acercando un sillón te sientas frente a mi, que sigo inmobil a cuatro patas en el centro de la cama.

Tu estás completamente vestido salvo por el pantalón abierto por el que puedo ver tu miembro duro y brillante tras salir de mi coño.

-ya sabes que no puedes moverte

Tu voz suena ronca, caliente, segura...y excita todos mis sentidos.

De nuevo la cama se mueve detrás de mí, sigo mirándote, otras manos aferran mis caderas, otra polla me penetra... no eres tú, no es tu sexo, pero no puedo apartar la mirada de tus ojos mientras el placer recorre mi columna y otras manos me aferran.

No sabría explicar como logras con tu simple mirada de deseo hacer que todo mi cuerpo tiemble y se extremezca.

El otro acelera, me agarra de las tetas y me sube, sigue follandome, jadeando, mordiendo mis hombros y mi cuello hasta que el placer me sorprende y sonríes sabiendote el dueño de ese placer aunque no me toques y ese es tu poder.

Ni siquiera soy consciente que estoy sola en la cama hasta que vuelvo a oír la puerta cerrarse.

-ven

Me pides agarrando tu polla con dureza, y yo a gatas me acerco al borde, tu haces una cola de mi pelo con tus manos, la agarras y tiras, hasta colocar mi boca sobre tu duro falo...


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Y entonces