La hoguera de los deseos: diciembre 2024

Despertar contigo 3

Grito tu nombre, o un kbron...ni lo sé, enredo mis piernas a tus caderas, y mis talones te apremian, en el vaivén que descontrola mi cuerpo a cada embestida, en la que lo llenas, y llega mi orgasmo empapandote, apretándote, obligando a que reduzcas el ritmo, para poder controlarte, cuando notas que el palpitar te absorbe, y quiere arrastrarte...

Abandonas mi coño al límite, mientras aún palpita, y te inclinas, tu lengua recoge mi sexo, mandando una nueva ráfaga de placer, que me recorre la columna. Succionas, muerdes y lames, hasta que mi cuerpo en cenizas vuelve a temblar, tus manos buscan mis tetas, tus dedos mis pezones. Tiras y vuelvo a estallar en mil pedazos.

No dejas de masajear y estimular mis pezones, me miras y lames, te incorporas sin soltar y tiras, hasta ponerme en pie frente a ti, y entonces pruebo mi sabor de tus labios cuando te muerdo, de tu lengua cuando la lamo...

Me das la vuelta, me inclina sobre la mesa, pones ambas manos en mis omóplatos, y pegas mis doloridos pezones a la mesa, noto el frío que al contraste con el calor de mi cuerpo calma, y vuelves a penetrarme, de un golpe entras y sales por completo, solo para volver a invadirme, babeo la mesa, cuando empujas mi cabeza, e inclinandote sobre mí me dices al oido...

- agárrate a la mesa

Tu voz ronca, la postura...se lo que viene.

Me agarro a ambos lados de la mesa y llevas tu polla a mi culo, noto la presión, el calor, la humedad con la que la moje y entras...sin prisas, pero sin pausa, te abres camino en mi culo, gimoteo, agarro con fuerza, y otro golpe de caderas me llena de ti, paras y acaricias mis costillas, mi espalda. A tus manos sigue tu lengua, tus labios, tus dientes...en mi cuello, mi nuca, mis hombros y entras, entras y sales...vuelves a entrar. Tu cuerpo se tensa, tus gemidos se vuelven roncos, mi coño golpea el borde de la mesa y pones la mano, me froto en cada envite. Subes una de mis rodillas a la mesa y tus nudillos se cuelan entre mis pliegues, me agarras las caderas y aceleras

-ven conmigo nena

Bufas y busco tu mano, entras hasta el fondo y el calor de tu corrida me inunda, mientras gimes y me arrastras de nuevo contigo.

-eres Mía

Susurras mirando tu placer escurrir por mi

s muslos.

Despertar contigo 2

Aprovecho que vuelves a tu folio, para besar tu nuca, lamer tu cuello, mordisquear un hombro...

-vas hacer que llegue tarde -dices-

-mucho y muy

Te susurro desabrochando la camisa que hace nada te pusiste.

Mis dedos, con demasiada prisa se enredan y tiro, el botón salta y mis labios piden un perdon que no llega a mi mirada de deseo, mientras acaricio tu pecho y mi boca recorre la curva de tu cuello.

-mentirosa -gimes divertido-

Notas mis pezones duros bajo la tela, cuando me pego a ella, para llegar al botón de tus vaqueros, lo suelto y meto la mano, comprobando el efecto y el calor que desprende tu calzoncillo...

Me siento frente a ti en la mesa, y subo los talones, abriéndome para dejar el folio ante mi coño.

-escribele algo cariño...

Con dos dedos te enseño el brillo que baña mi deseo, y sin soltar el lápiz mojas tus nudillos, antes de pasarlo entre mis labios.

Apoyo las manos en la mesa detrás de mí culo y jadeo notando la madera entre los pliegues de mi sexo

-Fóllame -te suplico-

Y no te haces derrogar, te pones en pie. Yo arqueo la espalda, y antes de hacer nada pasas la mano plana entre mis pechos,

los agarras con las dos, las juntas y lames de uno a otro, endureciendo mis pezones y los muerdes...

-por favor -susurro-

Me incorporó un poco más y tiro de tu pantalón acercándote, meto la mano, saco tu polla...y tú me empujas un poco, apoyo las manos de nuevo en la mesa, agarras mis caderas...me muerdo los labios y grito cuando de un tirón, y un solo movimiento de caderas me penetras hasta el fondo...

Continuará...

Despertar contigo

Lo primero que noto al despertar es que ya no estás en la cama y como un zombie sigo el olor a café. Desde la cocina, soplandole a mi taza, te busco en el salón, allí estás, en mi rincón favorito, la imagen que tantas veces soñé. Tú, sentado frente a la ventana. Fuera llueve, mientras escribes ausente, etéreo, impresionantemente bello.

Te giras, me ves, tu mirada resbala por mis pies descalzos, mis piernas desnudas y al final de mis muslos, mi sexo medio tapado, por una de tus camisetas, y sonríes antes de volver a lo que hacias.

Acabas de encender la cerilla, que prende mi hoguera, casi oigo mi ronroneo cuando ando hacia ti, y ya en tu espalda, te paso la taza, de la que das un sorbito y la dejas junto al folio cuando yo me agachó a besar tu nuca, a lamer tu cuello...

- tengo ganas de ti...otra vez.

Intentas girarte, pero te lo impido

- sigue a lo tuyo, ahora mando yo...

Continuará