No necesito los ojos
para ver tu alma,
así como no necesito
que acaricies mi piel para sentirte,
ni siquiera necesito
que me cuentes tus sueños al oido, porque un día fuimos infinitos
y soñamos juntos
sin dormir en la misma cama.
Era tarde, no ibamos a vernos, tenias trabajo, pero llamaste y me diste la dirección de un lujoso hotel del centro. Me esperabas en el hall...
Emocionante, sin mas
ResponderEliminarMerci
ResponderEliminar