No se cuanto tiempo llevo sentada en el parquet a tus pies, con la cara apoyada en tus muslos y llena de tu semen. Noto tus lánguidas caricias en mi pelo pringado, tu respiración acompasada ya... aunque se dos cosas: que no estás finiquitado y que esto no ha acabado aún.
Te das cuenta que he salido de mi ensoñación, dejas las caricias, me apartas ligeramente y te levantas. Aún llevas puesta la camisa y te quitas la corbata.
-vamos levantate, mi pie es testigo de tu nueva desobediencia
Haces que junte las manos y las atas con tu corbata, me llevas ante la puerta del baño, subes mi manos por encima de mi cabeza, entreabres un poco la puerta, pasas el extremo de la corbata por arriba de la puerta y cierras, haciendo que esta quede pellizcada y atrapada.
Me duelen los hombros del cansancio muscular y la postura, pero estar atada a tu merced vuelve a calentarme.
Te preparas un copazo mirándome, te sientas frente a mi y bebes un trago, lo saboreas...
Vuelves a la mesa y regresas con las pinzas, se donde van, antes de que tus dedos pellizquen mis pezones y tras otro trago sacas un hielo y lo frotas, noto como se endurecen, el coño me arde, escuece...muerdo mis labios cuando noto la presión de las pinzas, no debo gritar...duele, me mojo...
Sacas el otro hielo, separas mis piernas con tu pie y lo metes dentro...el frío arde, noto como se funde, el calor del alcohol...tus dientes mordisquean mis pezones, de repente todo mi cuerpo se vuelve más sensible, siento cada roce el doble, mi sexo, mis pechos...
Una palmada seca en mi pubis, gimoteo y me ganó otra, grito y otra...
-separa las piernas
Tiemblo, pero obedezco y la siguiente golpea mi vulva, dos más y un dedo la recorre, tiemblo de placer y dos azotes, con caricia final...vuelvo a estar completamente entregada.
Me ayudas a que me de la vuelta sin soltarme, te colocas detrás y me aplastas contra la puerta, la babeo cuando presionas mis omóplatos y aplastas mis tetas, se clavan las pinzas, roza el pezon la madera y aullo, tu mano baja costillas abajo y azotas mi culo, mientras muerdes mi nuca, dejas caer saliva, la siento recorrer mi espalda, más de todo, azotes, mordiscos, saliva...
Joder tu polla vuelve a estar dura, te excita mi obediencia y castigarme, metes por detrás un dedo en mi vagina, duro, rápido, entras sales lo empapas y llevas a mi culo y me penetras una y otra vez, no se cuanto tiempo pasa, me cuesta demasiado controlar el placer de ser tuya cuando noto tu polla entre mis piernas, tiras de mis caderas, me pongo de puntillas y grito cuando entras, salvaje, duro...espino el culo y tu no paras, me golpeó contra la puerta, mis pechos mandan descargas de placer a mi sexo, entras y sales...bruto, apenas puedo contener el orgasmo cuando paras, sales, apuntas y tu polla se abre espacio en mis entrañas me pongo más de puntillas, subo el trasero, entras, entras....
Muerdes mi nuca, mis hombros...estas furiosamente excitado, perdiendote...
Lo controlas en el último instante controlable, sales, abres un pelin la puerta y me sueltas, acercas la silla del escritorio, la subes al máximo, me arrodillas cara al respaldo, y de nuevo me penetras por detrás salvajemente, grito y eso te hace darme más rápido, más duro...
-dime que pare -me sugieres-
Ambos sabemos que no lo haré y no paras, jadeas, aullas
Tiras de las pinzas y las quitas, haces que mis pezones restriegen la piel de la silla, no puedo, no puedo suplico cuando oleadas de placer recorren mi cuerpo hacia el sexo, por favor gimoteo
-hazlo
Y empujas más duro que nunca, me empotras contra el respaldo y muerdes mi nuca...paras y el mundo se mueve bajo mis pies en un orgasmo que se multiplica millón, cuando tras un alarido te vacías quieto y temblando dentro de mi.
Mis muslos gotean tu orgasmo, mientras me llevas a la ducha unos minutos después y enjabonas mi pelo mis pechos aún sensibles...no hay rastro de fiero deseo cuando me secas y me dices al oido:
-eres MIA, amor
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