Me miras sentado tras tu enorme mesa de despacho y con señas me indicas que me quieres entre tú y tu mesa.
Me das la vuelta y se perfectamente lo que quieres, me inclino hasta poder agarrarme a los extremos más alejados y expuesta, sumisa y sin pudor, noto tu mirada en mi sexo cuando metes tus pies entre mis piernas y de un solo movimiento las separas...
Tus manos ahora en mis tobillos suben lento, suave y desvergonzadas por la pantorrilla, el muslo y finalmente acaricias mi culo.
Un gemido se escapa entre mis labios y tu shhhh me hace reprimir el segundo, me quieres callada...
Apenas noto la caricia que enciende un fuego entre mis piernas, me abres más y dos dedos recorren mi sexo hambriento el esfuerzo de contener los gemidos me excita aún más y la humedad ya resbala por mis muslos cuando abandonas...
De nuevo tu casi imperceptible mano recorre mi culo, para y entonces el calor de tu azote seco recorre mi piel y el sonido excita mis sentidos, me muerdo los labios para no gritar cuando cae el segundo justo en el mismo sitio y pides que cuente.
1,2,3...sin prisas pero sin pausa tu mano hace arder mi piel en el mismo punto exacto...24,25... y cambias de punto, dándole al otro cachete el mismo trato severo cuando apenas puedo controlar la pasión entre los labios, aferrada a tu mesa y a tu entera disposición.
Tuya soy ya y de todas tus perversiones...
Continua...
Maravilloso. "el esfuerzo de contener los gemidos me excita aún más..."
ResponderEliminar... y a ellas me dedico para ti. Caliente por los azotes, descubres tu sexo y me empotras con dedicada fiereza tirándome de los pelos mientras la otra mano se dedica a agarrar mi pecho.
ResponderEliminarGraciasss
ResponderEliminarWaooo
ResponderEliminarGraciassss
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