Por fin ha llegado el día. Mis nervios aumentan a cada trago de cafe, que calienta mi garganta, mientras te espero.
Puntual entras por la puerta, te reconozco al instante y sonríes acercándote.
Es todo tan raro y excitante, hablar como hemos hecho mil veces, teniéndote enfrente.
El tiempo pasa volando y tres cafés después me dices un simple:
- vamos? (Que abarca un mundo)
Simplemente asiento y te sigo. Ambos sabemos donde vamos, esta decidido desde que organizamos nuestra primera cita.
Subimos a la habitación, sin tocarnos, sin besarnos...
Sonrió al ver el sillón frente a cama, dispuesto como imaginaba.
Te sientas en el sillón y se que mi lugar está a los pies de la cama, cuando de tus labios sale un pausado:
-desnudate
Y sin dejar de mirarte derrabrocho mi amplio pantalón y cae a mis pies, me deshago de el, a continuación saco el jersey por mi cabeza y me quedo en ropa interior ante tu escrutinio.
La vergüenza y las ganas de cubrirme, acentúan la excitación de ese momento, que a ambos siempre se nos antojo de lo más morboso...
Me siento en el borde de la cama, abro las piernas y dejo que veas, la humedad que empapa mis bragas; mientras estudio como el deseo oscurece tu mirada.
-quiero verte más-pides-
Corro la braguita a un lado, echo el culo hacia atrás y subo los talones
Quieres parecer impasible, pero te relames y ese gesto te delata.
Con tres almohadones detrás estoy solo semi tumbada, y puedo acariciar mis muslos, subir por la cara interna y llegar donde el deseo arde. Sin dejar de mirarte, paso dos dedos por mi rajita, una y otra vez, lentamente, disfrutando del roce de las yemas de mis dedos...
-metelos-ordenas con voz queda-
Y como no, obedezco con gusto, y gimo cuando resbalan dentro de mi...
Tú sueltas el aire, que ni sabías que retenias, mientras veo como te desabrochas el pantalón, y tiras de estos, lo justo, para que tu polla salte como un resorte.
Jadeo cuando tres de mis dedos, entran y salen de mi coño ardiendo, sin dejar de mirar, como tu mano talla tu polla, sube y baja, al ritmo de mis dedos.
Es hipnótico mirarte, la habitación se llena de gruñidos y jadeos, tu polla brilla húmeda y entonces te levantas, te pones a un lado de la cama de pie
-saca tus tetas de sujetador
Con la mano libre, hago lo que me pides, meto los dedos, arqueo la espalda suplicando, y entonces das un alarido, y un primer chorro de semen, cae en uno de mis pezones, no puedo más, y gimoteo que me corro, mientras tu corrida cubre mis tetas, mi tripa, y alguna gotita sobre mi coño.
Tiras de mi brazo, tocándome por primera vez, llevas mi mano a tus labios, y la besas ostentosamente
-Un placer...fin de las presentaciones -dices lamiendo mis dedos-
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