En la azotea 2

 Bajo la mirada sumisa y tu apoyas tus manos en mis hombros, inclinandome, poniéndome a cuatro patas y mi piel se eriza al escucharte:

-no puedes moverte, estas vez obedeceras?

Hablas con voz ronca, mientras pasas un dedo por mi columna y te pierdo de vista. No muevo ni las pestañas cuando se ilumina la noche y huelo las velas que estas encendiendo.

-me enloquece tenerte así, tan mía, tan dispuesta, tan blanca y suave -dices de nuevo acariciando mi espalda-

Yo susurro un "gracias señor" con voz temblorosa cuando sustituyes las yemas de tus dedos por tus uñas 

-me encanta dejarte marcas, que cuando te mires al espejo te recuerden que eres mía 

Me arañas lento, me muerdo los labios y me aferro al colchón para no moverme, ni siquiera lo hago cuando tu otra mano me propina el primer azote

-es una suerte que a veces olvides obedecer y pueda así castigarme

Un nuevo azote en mi culo, con tu mano plana, justo en el mismo sitio que anterior

-cuenta los azotes para que lo recuerdes bien ...

Uno, dos...cinco, uno sobre otro y cambias de lado, seis, siete...diez, cada vez más duros, más lentos, mi culo arde, cuando vuelves al principio y me azotas sin piedad diez veces más. 

-así me gusta tu culo, rojo, caliente

Acaricias mi piel dolorida, antes de escupir y frotar, lo cual calma un poco el ardor y al mismo tiempo escuece.

Eres duro, paciente, inmisericorde y tu castigo moja mi coño.

Como si intuyeras lo que pienso pasas tus dedos por mi vulva...

-estas chorreando zorra

Tiemblo ante tu inesperada caricia, se que aún no has acabado.

-tu coño quiere polla, pero aún no te la has ganado

Y doy un gritito cuando noto el calor de la cera en mi espalda

-no te muevas-susurras-

Bajas por mi columna a gotitas de cera, me aferro al colchón con fuerza...llegas a mi culo dolorido y cuando creo que pararas el goteros es más grande

-si quieres puedo parar

Y grito un no rotundo cuando dejas caer cera en el otro cachete y sigues derramando gotas por mis muslos.

-así me gusta, que seas wena, me pone cachondísimo castigar a mi zorra 

Y colocándote ante mí tiras de mi pelo y tu polla vuelve a follarse mi boca, me agarras ante mi y bien adentro por las costillas y sin salir un centímetro haces que babee mientras tus uñas se clavan, apenas puedo respirar y mis ojos lloran mientras quitas la cera sin moverte pero bien dentro de mi boca

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